lunes, 21 de abril de 2008

HISTORIA DEL DERECHO

¿Que es Historia?
La Historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales. También se denomina Historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
También se llama historia al pasado mismo e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse a la geología y la paleontología, pero también a muchas otras ciencias naturales, teniendo fronteras imprecisas con la arqueología).
Ese uso del concepto historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo y, por tanto, se contrapone al concepto filosofía, equivalente a esencia o permanencia, que permite hablar de una filosofía natural (utilizado en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la misma historia (véase Tiempo histórico).Dentro de la división entre ciencias y humanidades, se tiende a clasificar a la Historia entre las disciplinas humanísticas (con otras ciencias sociales). La ambigüedad de esa división del conocimiento humano ha llevado al llamado debate de las dos culturas.
Finalidad
Hay varias teorías. La finalidad de todas las ciencias es poder establecer leyes, es decir, explicaciones para lo hechos. Con el estudio de la historia, se trata de aprender de las consecuencias que tuvieron los hechos en el pasado, para poder intentar descifrar que pasará en el presente si sucede una u otra cosa. Se pueden detectar algunos ciclos o "patterns" en la historia, y esto nos puede ayudar a entender lo que está pasando en el presente. A pesar de que muchas cosas que suceden en el mundo moderno son imposibles de detener, como la guerra de Irak por ejemplo, podemos saber como va a resultar o que efectos tendrá, o los propósitos de los invasores, gracias al estudio de otras guerras similares y sus motivos. Es por esto es que la historia como ciencia nos resulta de gran utilidad, a pesar de como siempre, la aplicación efectiva debe estar relaciona con la política, o por lo menos con la opinión pública, para poder hacer un efecto sobre la sociedad.

Etimología
La palabra "historia" deriva del griego ἱστορία ("investigación o información"), del verbo ἱστορεῖν ("investigar"), y de allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a Estoria, como atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio (1260-1284); y se reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.

Tres conceptos en las ciencias históricas
En el estudio de la historia conviene diferenciar tres conceptos a veces usados laxamente y que pueden llegar a ser confundidos entre sí:
1. La historiografía es el conjunto de técnicas y métodos propuestos para describir los hechos históricos acontecidos y registrados. La correcta praxis de la historiografía requiere el empleo correcto del método histórico y el sometimiento a los requerimientos típicos del método científico.
2. La historiología o «Teoría de la Historia» es el conjunto de explicaciones, métodos y teorías sobre cómo, por qué y en qué medida se dan cierto tipo de hechos históricos y tendencias sociopolíticas en determinados lugares y no en otros. El término fue introducido por José Ortega y Gasset[1] y el DRAE lo define como el estudio de la estructura, leyes y condiciones de la realidad histórica (DRAE)
3. La historia en sí misma o conjunto de hechos realmente acontecidos, de alcance geográfico y social lo suficientemente amplios como para servir de base a la comprensión de hechos posteriores.
Es imposible ignorar la polisemia y la superposición de estos tres términos, pero simplificando al máximo podemos afirmar que: La historia son los hechos del pasado, la historiografía es la ciencia de la historia y la historiología su epistemología.

Filosofía de la Historia
La Filosofía de la Historia es la rama de la filosofía que concierne al significado de la historia humana, si es que lo tiene. Especula un posible fin teleológico de su desarrollo, o sea, se pregunta si hay un diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de la historia humana. No debe confundirse con los tres conceptos anteriores, de los que se separa claramente. Si su objeto es la verdad o el deber ser, si la historia es cíclica o lineal, o existe la idea de progreso en ella, son materias que debate la Filosofía de la Historia.
Tampoco deben confundirse los supuestos fines teleológicos del hombre en la historia con los fines de la historia es decir, la justificación de la propia historia como memoria de la humanidad. Si la historia es una ciencia social y humana, no puede abstraerse del porqué se encarga de estudiar los procesos sociales: explicar los hechos y eventos del pasado, sea por el conocimiento mismo, sea por que nos ayudan a comprender el presente (Miguel de Cervantes bautizó a la Historia como maestra de la vida). No debe olvidarse que la historia, al estudiar los hechos y procesos del pasado humano, es un útil para la comprensión del presente y plantear posibilidades para el futuro.[2] Salustio, llegó a decir que entre las distintas ocupaciones que se ejercitan con el ingenio, el recuerdo de los hechos del pasado ocupa un lugar destacado por su gran utilidad.[3]
La radical importancia de ello se basa en que la Historia es la única ciencia -quizá también la Medicina- en que el sujeto investigador coincide con el objeto a estudiar. De ahí la gran responsabilidad del historiador: la historia tiene una proyección al futuro por su potencia transformadora como herramienta de cambio social. Y le es aplicable lo que Carlos Marx dijo de los filósofos: hasta entonces habían explicado el mundo de distintas maneras, y había llegado el momento de transformarlo.
Enfoques
Existen dos concepciones de lo que constituye el campo de estudio de la historia:
Enfoque clásico: la historia es el período que comienza con la aparición de la escritura y se prolonga hasta la actualidad; desde este punto de vista, gran número de pueblos de la Tierra no tienen historia hasta que se produce su contacto con sociedades con escritura. Ejemplo: Historia de los pueblos primitivos de Norteamérica (a partir del contacto con europeos).
Enfoque multiculturalista: historia es el período dentro del cual es posible obtener o reconstruir un relato fiable de los acontecimientos que afectan a un grupo humano. Ejemplo: Historia de los pueblos amerindios de Norteamérica (a partir de los datos de la arqueología, tradición oral e historiografía referencial). En buena parte, esta diferencia es artificial: El mismo Heródoto no puede sino usar ese tipo de fuentes documentales cuando redacta la que se considera la primera Historia.
Los acontecimientos ocurridos antes del periodo histórico se denominan prehistoria. Los acontecimientos situados en un período de transición entre la prehistoria y la historia son denominados protohistoria.
Sin embargo, otra nomenclatura designa a la ya explicada prehistoria como protohistoria, siguiendo la lógica de que esa "prehistoria" también forma parte de la historia. Además de que el prefijo "proto" significa primero. Luego, protohistoria: "la primera historia".

División del tiempo histórico
No hay un acuerdo universal sobre la periodización en Historia, aunque sí un consenso académico sobre los periodos de la Historia de la Civilización Occidental, basado en los términos acuñados por Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que pone al mundo clásico y su renacimiento como los hechos determinantes para la división. La acusación de eurocentrismo que se hace a tal periodización no debe impedir conocerla, por ser la más utilizada.
En el siglo XVI los historiadores de la literatura y los filólogos, estudiando el latín señalaron tres fases en su gradual evolución: la "alta edad" o "superior" que llegaba hasta Constantino, etapa del latín clásico; la "edad media" de la lengua, que alcanzaba desde Constantino a Carlomagno (siglos IV al IX), y la "edad ínfima" iniciada en el 842 con el primer texto en romance, Los Juramentos de Estrasburgo, Por eso precisamente Ch. D. Du Cange tituló su famoso diccionario Glossarium ad scriptores mediae et infimae latinitatis (Paris, 1678). La primera ocasión en que se designa el término "Edad media" con sentido histórico parece haber sido en 1639, por el liejense Rasuin en su Laodium.
La expresión pasaría desde ese mismo siglo XVII a designar el período de transición entre la antigüedad clásica y el renacer de su cultura experimentada en la Edad Nueva que habita tomado cuerpo a lo largo del siglo XV. Y, en consecuencia, su uso tendía a menospreciar los valores de dicha edad intermedia como un puente o una noche de “mil años”. Los pedagogos fueron los responsables de que este nuevo concepto de la Edad Media adquiriera carta de naturaleza en los manuales o síntesis de historia. Un profesor de fines del siglo XVII, Cristóbal Séller (1634-1707) o Celarius –como gustaba llamarse latinizando su nombre a la manera humanista- introdujo la modalidad en uno de los manuales escolares de Historia Antigua editado en 1685, y la claridad que implicaba para la explicación histórica le indujo a repetirla en otro, titulado Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam deducta (Jena, 1688). Otro profesor, Loescher, la repitió en un manual alemán: Geschicchte der Mittleren Zeiten (1725), y no tardó en generalizarse el nuevo concepto, porque resultaba cómoda esa división de la Historia.[4]

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